1. Comprobación inicial
Por seguridad, no olvide bloquear y etiquetar la máquina. Después puede realizar una inspección visual del asiento, el relleno y la placa base. Si hay óxido, incrustaciones, pintura o suciedad, retírelos de debajo y de alrededor de las patas. A continuación sustituya las galgas dañadas por otras nuevas que sean resistentes a la corrosión y al aplastamiento.
2. Las galgas correctas en la cantidad correcta
No caiga en la tentación de usar galgas de fabricación casera o de baja calidad. A la larga, esto le costará más de lo que haya podido ganar a corto plazo. Si utiliza las de fabricación casera, normalmente necesitará más galgas. Utilice el menor número posible. Tres galgas precortadas siempre suelen ser suficiente; en situaciones extraordinarias, puede que se necesiten cuatro. De hecho, si se usan demasiadas galgas puede aparecer el problema de pata coja.
El uso de cualquier otra cosa que no sean galgas de alta calidad es un factor importante cuando se trata de máquinas que se desgastan a niveles insalvables. Las galgas precortadas de acero inoxidable son perfectamente planas y, además, evitan la corrosión.
3. Medir e insertar
Utilice un micrómetro para medir el grosor de las galgas de 1 mm y de más grosor. Estos grosores son nominales y no necesariamente exactos. Inserte las galgas precortadas debajo de la pata de la máquina hasta tocar el perno. Retírelas ligeramente.
4. Tamaño de las galgas
Utilice una galga del tamaño adecuado para sostener la zona de carga de la pata. Cuando el contacto entre la parte inferior de las patas de la máquina y la superficie de la placa base o de la estructura no es perfecto, tenemos lo que se denomina «pata coja». ¿Alguna vez se ha sentado ante una mesa inestable? Entonces sabe de qué estamos hablando. Esa situación en la que una pata no llega al suelo ya es suficientemente molesta. Para una máquina en un contexto industrial, no solo es irritante sino que, de no solucionarse, puede provocar daños.
5. Colocación en sándwich
Con las galgas precortadas conseguirá una alineación más segura y fácil, así como un mejor rendimiento de la máquina. Los bordes sin rebabas y las esquinas redondeadas evitan que se produzcan lesiones. Coloque las galgas finas entre galgas más gruesas. Si ha utilizado galgas de buena calidad, su máquina debería estar casi alineada. Ya está preparado para pasar a un ajuste preciso, es decir, para alinear su máquina utilizando todos los trucos del oficio.